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Tanque portátil, clave estratégica de movilidad y autonomía

Tanque portátil, clave estratégica de movilidad y autonomía

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Cuentan que en 1939, poco antes de la Segunda Guerra Mundial, Paul Pleiss, ingeniero estadounidense que había colaborado en la preparación de los Citroën del Crucero Negro y el Crucero Amarillo, se embarcó en un viaje en automóvil a la India en compañía de otro ingeniero alemán (a la sazón oficial de la Luftwaffe). Por su experiencia, Pleiss sabía que para algunos tramos sería necesario contar con una buena reserva de agua y el joven alemán, que tenía acceso a los almacenes del ejército en el Aeropuerto de Berlín, decidió tomar prestados tres de los novedosos “Wehrmacht-Einheitskanister” (Contenedor estándar de las Fuerzas Armadas), cuyo recubrimiento interior de pintura plástica lo hacía apto para el almacenamiento de agua potable, y los instaló en los bajos del vehículo. Pero en Berlín acabaron por descubrir la desaparición de aquellas piezas de lo que todavía era considerado un secreto militar, ataron cabos, y ordenaron el regreso del ingeniero, enviando un avión para su arresto y repatriación. Pleiss continuó su ruta en solitario hasta Calcuta, dejó el coche en un garaje y regresó a su país cuando la guerra en Europa ya había comenzado.

Una vez en tierra, intentó hacerse oír para revelar las virtudes del innovador depósito, pero sin un ejemplar de muestra nadie le hizo caso. Así que tuvo que volver a la India y llevarse el coche entero para sacar de allí los jerrycans sin levantar las sospechas del servicio de inteligencia alemán. Por fin, tras verificar las ventajas del nuevo depósito (y tras varios intentos fallidos de mejora) el Departamento de Defensa americano ordenó la copia exacta del “Wehrmachtkanister” convirtiéndolo en el modelo estándar de las fuerzas estadounidenses. Pero el proceso fue lento y ya se habían adelantado los británicos, quienes, convencidos mucho antes de las virtudes del Tanque portátil, iniciaron la producción en 1943. Iniciada la Guerra Fría, el envase alemán también fue adoptado por la OTAN. Y la industria privada también hizo sus propias versiones en distintas medidas y materiales.

Autor: Bulns